Por Antonio PeΓ±a @petronilop antoniopena0903@gmail.com
Suele haber mucha gente, sin seΓ±alar a nadie en particular, a la que le interesa tanto saber todo lo que sucede a su alrededor, que cuando nada escucha, inventa un ruido con el propio sonido de su mente y voz, para a su modo asignarle un sentido autosatisfactorio. Una actitud asΓ no se justifica, pero como βcada cabeza es un mundoβ, cada quien es responsable de sus actos.
Sin lugar a dudas, el tiempo cada vez mΓ‘s demuestra, que aprender sobre temas que edifican, es bueno, y mΓ‘s cuando indagamos sobre nosotros mismos y el entorno inmediato que incluye nuestros hechos, costumbres, creencias y riquezas.
Sin atender a otro lado, en funciΓ³n de lo que se podrΓa percibir como hΓ‘bitos de carΓ‘cter tΓpico con alguna inclinaciΓ³n a lo atΓpico, en nuestra realidad cercana, el contexto sociocultural duvergense, en el que a lo largo de sus 200 y tantos aΓ±os de existencia pueblerina se ha construido una historia ΓΊnica e irrepetible, es muy poco conocido por muchos de sus propios actores naturales y naturalizados en su lar; lo que, ha de sugerir y sugiere conocerlo con entereza, abandonando la desidia.
La riqueza de DuvergΓ©, es tan variada y amplia, que ella misma, por vΓa de la historia local, desde ayer hasta hoy, sus supersticiones y creencias, personajes, su potencial turΓstico para implementar y dinamizar el turismo de montaΓ±a, rural, de aventura, cultural, gastronΓ³mico, ecolΓ³gico, de caza, religioso-espiritual, etc., nos invita a palparla, saborearla y disfrutarla inmaterialmente.
En la psiquis colectiva de muchos moradores de DuvergΓ©, podrΓ‘ estar asentado el conocimiento de su propio nombre y sus grandezas, pero no todos conocemos tanto de sus haceres folclΓ³ricos, que podrΓamos no saber y conocer sobre vivencias, que nos hablan desde la gesta de βLas Trincheras o El CantΓ³n de Las Baitoasβ, de la intrΓngulis de βEl Cerro de don Chepeβ, hasta βMinguilΓ‘n o el JungΓ‘n del surβ y otros asuntos mΓ‘s.
Cuestiones esas, que estΓ‘n ahΓ escritas con detalles y precisiones cientΓfico-literarias, a son de la pluma del duvergense Rafael L. PΓ©rez y PΓ©rez, quien las ha colocado gratuitamente, en forma libresca.
La duvergeridad, como una verdad sincera, en la sociedad de estos dΓas, sΓ, muy bien, nos permite encontrar acomodo en aquellos medios donde la amabilidad se expresa con sentido de humildad y gracia, pero ella misma nos exige ser mΓ‘s conocedores del por quΓ© de esa virtud que sustenta e induce al pueblo a ser amable.
Nada nos cuesta leernos y comprendernos a partir del ayer, llegando hasta hoy. Y, al no costarnos nada, nos vale tanto, que su valor es incalculado.