Los Comentarios del Patrick. –
¿Hasta cuándo los ayuntamientos y alcaldías seguirán recibiendo migajas de instituciones que, según la ley, deben cumplir con aportes económicos para el desarrollo de sus comunidades? Este es el grito de frustración de muchos en Duvergé, un municipio que lucha por lo que le corresponde.
En la pasada administración del Ayuntamiento de comunidad, sus autoridades, ejerciendo su derecho de supervisión, investigaron a una empresa que realizaba excavaciones en la zona de Puerto Escondido sin cumplir con los requisitos establecidos. Cuando los funcionarios decidieron suspender la obra y acudieron a EDESUR, funcionarios de esta empresa estatal les sugirieron pagar la suma de más de veinte millones de pesos, supuestamente adeudados por el ayuntamiento a EDESUR.
En lugar de cuestionar la deuda, que debió ser revisada por los cambios administrativos y geográficos en el municipio, las autoridades municipales aceptaron la propuesta sin investigar. Es importante recordar que, con el tiempo, Duvergé ha experimentado grandes modificaciones: la comunidad de Vengan a Ver, así como Las Colonias Mixtas, que fueron secciones y desde hace tiempo elevado a distrito municipal,
Lo propio ocurrió con los distritos municipales y de Mella y de Cristóbal, cambiaron a Municipios, los cuales fue separado del territorio de Duvergé. Debido a esto, la deuda debería ajustarse en función del territorio actual de Duvergé.
Además, de revisar su deuda, el municipio debería exigir a EDESUR el pago por el uso de suelo y el espacio aéreo en su demarcación. Es hora de crear conciencia en la comunidad y exigir sus derechos, sobre todo cuando esta empresa distribuidora de electricidad ha amenazado con dejar al municipio sin alumbrado público por el impago de la luz en las calles de Duvergé.
Otra empresa estatal que debería cumplir con la ley es EGEHID, que explota recursos hídricos en la zona. La ley estipula que la empresa debe contribuir económicamente al municipio por el uso del agua, un recurso renovable de gran valor para la comunidad. Sin embargo, a pesar de sus compromisos, Hidroeléctrica Dominicana ha ignorado sus obligaciones, haciendo lo que le place sin rendir cuentas.
Aparecerán críticos que dirán que Hidroeléctrica Dominicana ha devuelto cierta cantidad de dinero al municipio mediante obras. Si bien es cierto que en un inicio este gesto puede parecer positivo, el dinero debería ser entregado a las arcas de la alcaldía para que sea la propia administración municipal la que decida cómo invertir estos recursos en beneficio de la comunidad. En cambio, los fondos han sido asignados a proyectos específicos que la empresa eligió, muchos de los cuales aún no han sido completados.
Entre las “migajas” que Duvergé ha recibido se encuentran apenas 50 lámparas, una solución insuficiente para las necesidades de la comunidad. La alcaldía, en lugar de aceptar estas pequeñas donaciones, debería realizar un levantamiento para identificar las necesidades reales, como el problema de bajo voltaje que afecta a Puerto Escondido, una localidad situada a unos 12 kilómetros de Duvergé, y dicho sea de paso, la alcaldía debería también establecer una oficina en Puerto Escondido para atender mejor las necesidades de sus habitantes.
Es tiempo de que la alcaldía de Duvergé deje de buscar “migajas” y se enfoque en estructurar un verdadero plan de desarrollo económico y social. La comunidad debe saber cuántas empresas de combustible operan en el municipio, cuántas microempresas trabajan en la producción de harina y qué aportes realizan. Lo mismo aplica para los bares, restaurantes, el transporte, los ganaderos, colmados, barberías, salones de belleza y artesanos.
La clave está en hacer cumplir las leyes y las resoluciones municipales, y en asegurar que cada empresa y cada ciudadano contribuyan de manera justa al desarrollo de Duvergé.
Hasta la próxima semana mis pequeños saltamontes.