Los comentarios del Patrick. –
El desarrollo de los pueblos no ocurre por casualidad, sino a través de una planificación estratégica y bien ejecutada. Sin embargo, en muchas ocasiones, los titulares que leemos están llenos de frases grandilocuentes y promesas que, al revisar el contenido, resultan ser meros artificios vacíos.
Un ejemplo claro de esto es la reciente Feria de la Leche, un evento que, en teoría, es organizado por el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA). En principio, la iniciativa parece loable, pero al examinar los detalles, queda en evidencia que esta institución apenas presta su nombre, intentando llevarse el crédito de la organización sin asumir una verdadera responsabilidad en su ejecución.
De la primera a la tercera feria: un declive evidente
Desde su primera edición, la Feria de la Leche generó expectativas gracias a una fuerte estrategia de marketing. Sin embargo, a pesar de lo que se publicitó, el presidente Luis Abinader no estuvo presente y nunca ha estado en Duvergé en calidad de presidente. El evento logró conectar con el sector agropecuario de la provincia Independencia y contó con el respaldo de los principales medios de comunicación locales y regionales. Se presentaron equipos para una cooperativa y se entregaron plántulas de coco enano, marcando un punto de partida prometedor.
Sin embargo, entre la primera y la segunda feria, no se realizó un estudio estratégico para evaluar los avances y corregir fallos. En esta segunda edición, se utilizó la imagen de un referente agropecuario, Baby García, un hombre que revolucionó la economía de su municipio a través de la producción lechera. Su reconocimiento fue merecido, pero la feria comenzó a perder entusiasmo y atractivo. Los protagonistas del sector expresaron su desacuerdo con la organización del evento, lo que afectó seriamente su credibilidad.
La tercera feria fue, sin duda, la peor organizada. El desinterés fue tan evidente que el propio director del FEDA decidió no participar. Se trató de montar el evento de manera improvisada en menos de 30 días, en el municipio con mayor calidad en la producción de leche, sin un plan claro ni una visión de largo plazo.
¿Dónde están los resultados?
Es válido preguntarse: ¿cuántos emprendedores han surgido desde la primera feria hasta hoy? ¿Cuántas queserías, dulcerías o heladerías tradicionales y artesanales se han establecido para fortalecer el sector lácteo? La respuesta es clara: no hay un impacto real ni una medición concreta de los resultados obtenidos.
Además, esta tercera edición pudo haber servido como escenario para despejar dudas sobre el compromiso del presidente Abinader con la siembra de cacao en el sur. Si las tierras fueron adquiridas a través de un fideicomiso o arrendadas, ¿por qué no se informó de manera transparente? Esto habría evitado que un supuesto periodista “mentiroso” generara controversia sobre el tema.
Manipulación y transparencia
El colmo de la mala gestión comunicacional es el titular publicado por el ayuntamiento de Duvergé: “Alcalde Frank Peña impulsa el desarrollo agropecuario en la Feria de la Leche 2025”.
Señor alcalde, ¿cuántos kilómetros de caminos interparcelarios ha intervenido su administración? ¿Cuáles son las zonas agrícolas más vulnerables de su municipio? Basta de escribir disparates que se desmontan fácilmente. La comunicación debe ser veraz y objetiva, no una herramienta de propaganda personal.
El desarrollo de un pueblo no se construye con titulares vacíos ni con eventos mal organizados. Se logra con planificación, transparencia y la verdadera integración de sus habitantes en cada iniciativa. Es momento de dejar a un lado las apariencias y apostar por acciones concretas que realmente impulsen el crecimiento del sector agropecuario y la economía local.